Hacer depender. No hace el numen el que lo dora, sino el que lo adora: el sagaz más quiere necesitados de sí que agradecidos. Es robarle a la esperanza cortés fiar del agradecimiento villano, que lo que aquella es memoriosa es éste olvidadizo. Más se saca de la dependencia que de la cortesía: vuelve luego las espaldas a la fuente el satisfecho, y la naranja exprimida cae del oro al lodo. Acabada la dependencia, acaba la correspondencia, y con ella la estimación. Sea lección, y de prima en experiencia, entretenerla, no satisfacerla, conservando siempre en necesidad de sí aun al coronado patrón; pero no se ha de llegar al exceso de callar para que yerre, ni hacer incurable el daño ajeno por el provecho propio.
Tabla de contenido
Reflexión
Para los más jóvenes
Referencias
Reflexión
La escena es muy habitual y se puede entender fácilmente. Pensemos por un momento cuál ha sido la estrategia de marketing que han seguido las empresas más exitosas del momento. ¿Cuál es su modelo para introducirse en un mercado y crecer? Cualquiera puede ver que la estrategia más usada es la de crear un vínculo de dependencia.
Casi siempre se empieza por prestar un servicio sin pedir nada a cambio. Lo ha hecho Google con Youtube o Photos, por poner un ejemplo, pero hay infinidad de ellos. En el momento que estás atrapado y eres tan dependiente de su servicio que no concibes otra manera de hacer las cosas, ellos cambian las condiciones y te hacen pagar por él o atenerte a las consecuencias. En todo este proceso consiguen disuadir o desincentivar cualquier iniciativa que pudiera competir o erigirse como solución alternativa.
Otro ejemplo podemos encontrarlo en el mercado petrolero. La OPEP regula los precios de forma que se establezca una dependencia duradera y muy lucrativa. Todos recordamos cómo entre 2010 y 2012 el precio del petróleo subió a niveles difíciles de asumir en un momento en el que muchas economías, dentro y fuera de Europa, intentaban salir del pozo en el que la Gran Recesión provocada por la caída Lehman Brothers de 2008 las había sumergido. Esto originó que surgieran alternativas serias al petróleo, como el controvertido Fracking. ¿Quien recuerda ahora el Fracking? Nadie. ¿Qué hizo la OPEP? Aumentar la producción con el fin de provocar una bajada de precios tal que se consiguiera disuadir a los consumidores de buscar cualquier otra alternativa a su ya larga y consolidada dependencia con el petróleo.
Cabría preguntarse si esto puede considerarse correcto desde un punto de vista ético o moral. Para ello podríamos empezar por analizar si se vulnera algún tipo de libertad en el sujeto dependiente. ¿Era consciente de lo que hacía cuando estableció dicho vínculo? ¿O quizá podría haber optado por prescindir de la supuesta necesidad? ¿Tiene el individuo la libertad para romper dicha relación o está tan privado de la voluntad que no puede desasirse de ella? Obviamente no estamos hablando de una relación del tipo yonqui-camello, donde el drogodependiente tiene tan mermadas sus facultades que es incapaz de romper dicho vínculo. Esto es por supuesto algo deleznable y nada ético. Pero este aforismo trata de otro tipo de dependencia. Aquella que es voluntariamente aceptada y mantenida. Aquella que reporta tal beneficio en el dependiente que, al sopesar éstos frente a los posibles inconvenientes, y en pleno uso de facultades, decide libremente aceptar la condición de dependiente.
Hacerse indispensable es una estrategia que puede ser muy rentable también en el ámbito laboral. Pero no se debe hacer de cualquier manera. No todo vale, y Gracián lo indica muy bien en su aforismo. Para lograr ser indispensable en el entorno laboral puede haber muchas vías, pero quizá la más poderosa es la gestión de la información. Quien tiene la información juega siempre con ventaja. Y el retenerla u ocultarla con el fin de crear una dependencia puede ser contraproducente ya que genera recelo y un ambiente hostil que a la larga provoca estancamiento, ya que no favorece el desarrollo propio ni ajeno. Es mucho más saludable, y a su vez efectivo, el saber dosificarla pero sin llegar a ocultarla. Tal y como ya se indicaba en el Aforismo 3.
También se puede hacer uno indispensable siendo servicial con el entorno, sobre todo con el jefe, y siempre que no se comprometan los objetivos encomendados por un exceso de predisposición. Esto habrá que hacerlo como todo, con mesura para no provocar recelos innecesarios.
En el ámbito familiar y personal, la mejor manera de hacerse indispensable es generando buen ambiente y ofreciendo mucho amor. ¡Esto engancha como una droga dura!
Para los más jóvenes
Te puede interesar ser percibido como persona de la que difícilmente se puede prescindir en aquellos círculos o relaciones de los que esperas absorber experiencia y conocimiento. Asistir a profesores o tutores, tanto en el colegio como en otros ámbitos educativos, no debe ser visto como servidumbre sino como una forma de mostrar respeto y reciprocidad, además de una manera astuta de mantener siempre un estrecho vínculo entre la fuente del conocimiento y tú.
Referencias

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Pues sí, así es, es como una red y tela de araña, en dos días la fabrican, y no te das cuenta, pero, sorpresa!, quedas atrapado¡, quedas a merced de sus intereses!, controlado!.
En el trabajo, debemos ser coherentes, responsables y sinceros, pero, no más¡, a Rey muerto!, rey puesto!.
Con la familia, tienes toda la razón!, con el amor, mucha dosis de amor, tienes poder!.